Desagradables episodios restauranteros
I.
El viernes pasado, las chicas Rainbow y yo tuvimos a bien ir a tomar un cafecillo en la noche. Ellas decidieron que la opción sería el Coffe West (changarro ubicado en la colonia Nápoles, muy cerca del WTC). Es importante mencionar el aspecto del lugar.... Mexico City meets un restaurantillo de vaqueros, con todo y tipografía de SE BUSCA y sombreritos; de hecho creo que sería un muy buen detalle del lugar facilitarte unos atuendos western, para sentirse ad hoc... Pero el caso es que ahi fue la cita. Personalmente no me gusta el lugar, me parece excesivamente caro para lo que es (una pinchi taza de thé lagg's = 21 varito)pero creo que se han tomado muy en serio su slogan "Para gente de clase internacional" y cobran el equivalente en euros.
Cuando arrivé ellas ya estaban a la mitad del chisme y la cena. De pronto, Yadira mira con ojos de terror el pedazo de pizza que nos habían compartido, al tiempo que yo metía un bocado a mi boca. Con la voz entrecortada y los ojos vidriosos nos señala una mugre oscura que se camuflajeaba con el queso... al acercarnos mejor (la luz de la luna y velas no ayudaba) nos dimos cuenta que ese objeto era nada mas y nada menos que un especimen de cucaracha embarazada (deducción hecha a partir de observar sus huevecillos muy cerca de ahi).
Lo que siguó es lo clásico, todas bien pancheras pedimos la cuenta inmediatamente (dando por hecho que llegaría el gerente con la cola entre las patas a decirnos que lo sentía mucho y que todo corría por cuenta del restaurante... y que nos regalaba una botella de tinto para que olvidáramos el penoso incidente).
No pudimos estar mas equivocadas: primero, no llegó el gerente y segundo si llegó un meserín con la cuenta (a la cual solo le habían descontado la pizza del infierno... cobrándonos el importe completo del resto de las viandas que por supuesto nadie mas tocó).... no creo que puedan imaginar la fiereza con la que peleamos por lo justo, en especial Paola (ese día fue mi héroe) que al darse cuenta de la mala leche de los que ahi atienden, se portó "pior" gritándo a los cuatro vientos de la cucaracha pa que todos los comensales se enteraran, y al final les rompió el billete con el que pagamos (porque lo que mas pudimos lograr fue que nos cobraran la mitad de todo... incluida la pizza). La frase de la noche sucedio cuando el mesero nos salió a corretear porque Paola le había roto un pedazo al billete, y dice: "Como tu nos ensartaste la lana de la pizza a huevo, un huevo te costará cobrar ese billete...")
Lo que aún no puedo creer es la pésima calidad de un lugar asi, que el mesero en cuestión haya tendido los suficientes huevos para decir que "el incidente no era su culpa", "que ese tipo de cosas pasaban en los restaurantes" y demas. Supongo que mucho hay de cierto al respecto, seguramente las cocinas de los restaurantes son dimensiones desconocidas infestadas de seres extraños, pero de ahi a que te valga madre que se note y que digas que ni pedo, asi esta la cosa.... pues no me parece.
PS. Ellas dijeron que iban a mandar a alguien de salubridad, supongo que eso no pasó, era más bien la calentura del momento... pero yo si quiero hacerle saber al mundo que ese lugar no es bueno, que la atención al cliente de "clase internacional" es una falacia y que si pueden evitarlo, lo hagan
II.
Cuando creíamos que no podía haber nada peor, Marlene (otra de las rainbow sobrevivientes al episodio del West) se dirigió a el Cafe "D", antes llamado "Deseo", ubicado atrás de la famosa Iglesia del Tránsito -Gabirel Mancera y Luz Saviñon- como acostumbramos los domingos. Esta vez, y a falta de su fiel compañera (yo) se hizo acompañar de las Regias.
Es importante mencionar una particularidad del lugar en cuestion: Cuentan con la PEOR mesera del mundo (todos lo sabemos, todos lo pensamos, ella lo sabe... segun las malas lenguas hasta se lo han dicho en su cara y ella solo ríe cínicamente y con su hueva característica)la que mas jetas hace, la que peor atiende, la que no quieres molestar pidiéndole la cuenta... en fin.
Con el tiempo hemos aprendido a dejar que eso nos afecte , asi como hemos dejado atrás lo pegajoso de las mesas sin limpiar y la mancha de x líquido extraño en las sillas. Vamos porque nos queda cerca a las dos, porque el precio es razonable y además porque hemos tomado una resolución harto obvia... no dejamos propina.
El caso es que el domingo en cuestion, a Marlene tardaron en atenderla lo normal, ella les pidió la carta como se acostumbra despues de 10 minutos de estar ahi y no ser pelado por nadie. Pero oh sorpresa!, no le dieron la carta llegó un meserillo a decirle lo siguiente: "Creemos que el servicio que damos es bueno y no nos parece que no nos dejes propina... por lo tanto no te vamos a dar servicio"
Chale! Que contestas a tal falta de tacto y sentido común, desde cuando es OBLIGATORIO dejar propina y más cuando ciertamente no se la merecen... desde cuando un mesero puede llegar a exigirla y negar el servicio porque no siente que reciba la propina justa?
Me molestó la actitud del chavo, fue lo mas tonto que he escuchado, lo menos diplomático, lo menos nice... cabe señalar que no regresaremos más ahi. Qué triste que en lugar de superar sus fallas, caen cada vez más profundo en ellas.
No cabe duda que este fin de semana no fue bueno en materia de chagarros...