domingo, octubre 23, 2005

The nanny



Nunca pensé que alguien me ofreciera la gran responsabilidad de cuidar a su hijo. En serio, mucho menos después de aquel inolvidable comentario acerca de mi carencia de instinto materno. Fue algo asi como -Diana... yo pensé que no querías tener hijos nunca...- -qué te hizo pensarlo?- -pues me pareces una persona muy egoista como para darle algo de tu tiempo a un hijo-... ouch!

Bueno, el caso es que asi me preciben algunas personas, y a decir verdad; no, por el momento no me veo cambiando pañales, ni arrullando, ni limpiando "reflujos" (vomitaditas infantiles... no lo quieran hacer menos grotesco con el nombre), ni nada de eso. De hecho hasta ahora el método anticonceptivo más efectivo que he conocido es pasar una tarde en casa de mi tía rAra con sus dos chamacos (vease la foto, el demoño A tiene 3 y el demoño B tiene 1). Son un amor y los quiero harto harto... pero juntos colisionan de formas muy feas.

El caso es que la susodicha tía rAra decidió que era mucho mejor dejar a su benjamín con la prima Diana que en la guardería. La propuesta me pareció extraña, ni la vi venir, acepté gustosa aunque con mis reservas.

Dieguito (demoño B) es un chamaquillo monisimo con ojotes negros de koala. Es adorable, hasta que lo arrancan de brazos de su madre, ahi empieza un drama al más puro estilo Juan Osorio. Chilladera que parece eterna.... y asi, cuando por fin se calma, llega de nuevo su madre y comienza a llorar con enjundia recargada. Así son las convivencias con el integrante más nuevo de la familia.

Pero hoy me di cuenta que si hay cosas lindas más allá de los fluidos corporales. Hace tiempo que no me sentía tan agusto y tranquila como cuando nos quedamos jetones. El olor a bebe es tan rico, su calorcito, como se hacen bolita y se quedan quietecitos respirando plácidamente, te agarran con sus puñitos como para no dejarte ir. Creo que ese fue el highlight de mi dia. Y creo que si puedo llegar a tener instinto materno alguna vez, y la verdad... que bueno que vino y me dejó acercarme un poquito mas a él. Me regaló una gran sonrisa.

2 Comments:

  • chica, claro que existe el instinto materno, pero en estas alturas del partido creo que de momento io también apoyo la moción de ser niñera, o tía dado el caso, asi puedes disfrutar de estos pequeños seres humanos, pero sabes que aunque tu reponsabilidad es grande, no durará toda una vida. Míralo asi, en algún momento regresará su madre, o su padre (io creo que esto de crear y criar una familia es cosa de dos) y extendiendo a ese pequeño paquete de alegria decir: toma a tu hija (o).
    Io afirmo esto, no todos deberían poder ser padres, no me parece, he oído historias tan macabras e increibles de crueldad física y psicológica, de abandono y destrucción, de errores y horrores, que realmente me parece terrible la falta de conciencia al momento de engendrar un hijo si no se tiene la capacidad de amar y de entregarse.
    Pero aún con las mejores intenciones me resulta aterradora a responsabilidad de formar a una persona, cúantas metidas de pata no se cometen aún con las mejores intenciones, rayos, nuestros padres peuden saber mli cisas de pedagogía, pueden prepararse de diversas maneras para ser educadores, pero lo que se filtra de la cultura, de generaciones y generaciones de valores o conductas inconcientemente aprendidas, tarde o temprano se traspasaran.
    Cada día veo más parejar de niños que son ia padres, o de niñas solas que cargan a sus bebés dando la imagen de una pequeña con su muñeca, pero que va a pasar después, no es solo tenerlos o jugar y darles de comer mientras son bebés sino toda su vida.
    Buuuueno ia divagué demasiado, la conclusión es esta amo ser tla tía consentidora.

    By Blogger lupilstinskin, at 9:37 a.m.  

  • Felicidades por el tan inesperado acercamiento a su lado materno, soy de la creencia de que TOOODOS necesitamos algo así.... tener a un ser tan frágil y bello a la vez como son todos los niños... hasta que la influencia televisiva, social, familiar, vecinal... el amiguito de a lado, la niñera improvisada de su prima (jeje)... les cambian la visión.

    Los niños te recuerdan que la vida es sencilla: solo hay que disfrutarla, punto.

    By Anonymous Anónimo, at 12:00 p.m.  

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